WE'RE NOT IN WONDERLAND ANYMORE, ALICE.

sábado, 20 de agosto de 2011

Odio el café.

Aún así, una vez cada 25 años me agarra un raye, y me tomo 10 tazas. Al otro día (el día anterior probablemente haya durado más de 40hs), todo vuelve a la normalidad y recuerdo que lo odio. Alteraciones en simplicidades como esta, varias. Y pienso... y si alguna vez me rayo y me convierto en lo que odio? Son los riesgos de ser inconstante, creo. Pero nah... No soy tan idiota como para hacer lo que no quiero, ni tan manejable como para que me obliguen... ni siquiera cuando quien intente obligarme sea yo misma.
He aquí otra vez analizando estupideces. Y, como decía... odio el café.

martes, 16 de agosto de 2011

Drama Queen

lunes, 15 de agosto de 2011

People change, situations change

Fijate como la gente cambia... Siempre cambia, siempre lo dije. Aquellos que viven tanto tan rápido que ni se detienen a pensar, porque sus situaciones constantemente cambian e inevitablemente los hace cambiar de parecer. Y aquellos que viven de la mente para adentro, porque aunque la realidad no cambie, la multiplicidad de ideas diferentes que pasan como rayos en una milésima de segundo por su cabeza, los obliga a cambiar de opinión.
Es posible encontrar la medida justa de abstracción y realidad?

viernes, 12 de agosto de 2011

SHIT HAPPENS.
WHEN YOU HAVE JUST CLEANED THE TOILET.

domingo, 7 de agosto de 2011

Quejas viejas, Deseos de siempre

Ya me aburrí de los recitales... son tan monótonos y aburridos. La misma gente que sigue igual (para mal), y la gente nueva que no parece más que un deja vú de los viejos cuando eran nuevos. Me aburrí de sus mediocres intentos de copiar algo mediocre. Y me aburrí también de esperar que la escena y las personas que la forman sean lo que suponen y nunca van a llegar a ser.
Me aburrí de emborracharme con la gente. El punto más lógico de todo esto es que, en general, me aburrí de la gente. Son tan lineales, tan estructurados hasta cuando pretenden no serlo. Tienen tanto miedo al ridículo que se pierden las mejores cosas, y las mejores cosas, aunque por momentos crea lo contrario, solo pueden ser realmente buenas si son compartidas. Y por eso ya ni siquiera es divertido emborracharme sola.
Me cansé de buscar y esperar encontrar gente como yo. No quiero armar un monstruo de Frankenstein recopilando pedazos de personas, y tener que pensar en mil nombres distintos cada vez que quiero compartir algo que me gusta. No. Quiero alguien, a quien le gusten las mismas cosas que a mí. No pido que sea igual a mí (no, por favor!), solo que disfrute de lo mismo. Que ame la lluvia, el sol, la luna, las estrellas, el pasto, los bichos, la música, las charlas, pensar y las sensaciones. Que odie la rutina, y la insensibilidad. Que camine conmigo las tardes de sol y le parezca aún mejor si llueve, que se tire en el pasto rodeado de bichos a escuchar música hasta que salga la luna, y nos encuentre suspendidos en largas charlas con y sin sentido, o simplemente pensando, tal vez sin hacerlo, mirando las estrellas... SINTIENDO TODO. Con paréntesis abiertos, libres a cualquier improvisación que ataque la palidez de lo convencional y conecte con las emociones. Solo eso quiero. Solo quiero disfrutar mi vida. Pero es que, desde chiquita, nunca me gustó mucho estar sola...

lunes, 1 de agosto de 2011

Another step in vain.
Another Bad Affair.