Te pago para ver durante una hora la cara que pones mientras te cuento mis desventuras y escucharte decir al final que resuelvo todo maaaaaaallllllll. Me descerebro pensando la mejor forma de hacer las cosas y al final decís que está MAL!! aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh TE ODIO! por eso sigo yendo. Porque las otras no me provocaban nada, ni aburrimiento. Digamos que valoro que aunque sea me generaste ALGO. Ah, y porque me jure esta vez terminar!

Puedo callar mi boca, pero no puedo callar mi cara.

¿Te molesta?

A su pregunta, ella nunca dijo que no. El no volvió a preguntar, no hizo falta.
Muchas veces uno repite las cosas (volviéndose una molestia) con el objetivo de que la otra persona entienda. Pero a la primera es probable que lo hayan entendido, a la segunda ya es un hecho. Si, sin embargo, continúan actuando como si no lo entendiesen, no es porque no comprendan, es porque no les importa.