WE'RE NOT IN WONDERLAND ANYMORE, ALICE.

lunes, 10 de junio de 2024

Dilución

 A dónde van todos esos momentos en donde fuimos felices? Esos escenarios donde cada fragmento de vida es una obra de única función. Los lugares, las personas (humanas y no humanas), los diálogos, los aromas del ambiente, la temperatura, la ropa que teníamos en ese instante, la comida, lo que nos causaba gracia en aquel entonces, lo que detrás de la sonrisa nos preocupaba en silencio... sólo la memoria o los registros fotográficos, los videos, las anécdotas, sólo esos pequeños receptáculos almacenan porciones de la delicia que supieron ser, aún cuando nos sabían tan cotidiano. Y cuando los vemos, se sienten tan lejanos, tan ajenos, como si no nos pertenecieran; como si fuésemos espectadores de una felicidad que no es nuestra, e incluso nos genera envidia de esos seres afortunados que fuimos, porque somos otres, porque la vida es otra, porque esa conjunción de personas, aromas, sensaciones y emociones encontradas en un lugar, ya ni siquiera pertenece a quienes fuimos, porque ese ser que fuimos ya no existe, y esas cosas no son de nadie más que del tiempo. Pero el tiempo tampoco existe, entonces, a quién pertenecen? Y a dónde van?