WE'RE NOT IN WONDERLAND ANYMORE, ALICE.

miércoles, 6 de julio de 2011

Winter inside of me.

En la tibiesa de un rayo de sol de media tarde intento encontrar el calor necesario que socorra mi hipotérmica alma. Un resguardo imaginario de mi confundido individualismo, algo tan efímero pero tan vital como desesperado. La búsqueda fracasada o la espera sin recompensa y la hipócrita motivación de no resignarme, mas este aberrante instinto de supervivencia (porque no soy animal que resista al frio, y mas que nadie no quiero morir) me ha llevado a la síntesis de un nuevo mecanismo: lo que no es cierto lo creo, lo que no tengo lo invento. Y así me va. Tenue calor que morirá con el día y me dejará a merced de la noche fría otra vez. A pesar de saberlo con anterioridad, no puedo evitar resistirme a un poco de abrigo. Consuelo pasajero y agravante de mi condición, porque se que luego de esa pequeña dosis de satisfacción, será aun más enfermante mi abstinencia de... (palabra de cuatro letras). Y sepan que es la droga más difícil de conseguir.
Este juzgado halla a mi sensibilidad: CULPABLE. Y ahora intento deshacerme de ella. Como si un tigre deseara despojarse de su pelaje por culparlo de exponerlo tan vilmente a la retorcida ambición asesina del hombre.