WE'RE NOT IN WONDERLAND ANYMORE, ALICE.

lunes, 7 de enero de 2019

Toxicidad productiva

Nuevamente el péndulo está en este extremo, y tanto el día como la noche se sienten tan insoportables como el más brillante amanecer de domingo. Tus miserias ya no se ven satisfechas con retorcerte los órganos y dejarte sin comer, ahora juegan a torturarte de manera extracorpórea. Tu optimismo, mal herido, intenta en vano socorrer a tu voluntad, crónicamente rota, pero sus pedazos parecen imantados al suelo. Te dejás llevar, sentís el estómago en la garganta, como en un juego vertiginoso, mientras el movimiento pendular emprende naturalmente su regreso, luego del breve instante de suspensión. Si todo sale bien, será sólo cuestión de tiempo, como las otras veces. El abatimiento es tal que por momentos lo dudás, pero lo sabés: vos no sos siempre esto. Aprovechá y escribí un texto, escribí más, aunque vayan a parar al outlet. Exprimí cada lágrima de tu depresión como el limón rancio que es, y transformala en poema. Escribí ahora que estás tóxica, ahora que podés, escribí. No te mueras ni resucites todavía. Por favor seguí escribiendo, que estás triste, y cuando uno está feliz por lo general no escribe.