El tiempo es un prestamista. Nunca nada nos pertenece realmente, ni la juventud, ni los lazos, ni las ganas... todo, en algún momento, debe serle devuelto. Vivimos y construimos en espacios en alquiler, armamos nido entre cuerpos habitados por espíritus nómadas, con los que intercambiamos abrazos y besos y palabras, como trapecistas que se toman de las manos para balancearse hacia otro lugar. Rentamos entusiasmo como fichas para juegos en donde no hay premio más que la emoción de jugar. El tiempo nos presta de sí mismo para transcurrir sobre él y nosotres nos auto-retratamos, y retratamos a quienes amamos y todo aquello que deseamos como niñes que crean su mejor obra sobre el cemento de la plaza con un pedazo de carbón.
lunes, 10 de junio de 2024
Dilución
A dónde van todos esos momentos en donde fuimos felices? Esos escenarios donde cada fragmento de vida es una obra de única función. Los lugares, las personas (humanas y no humanas), los diálogos, los aromas del ambiente, la temperatura, la ropa que teníamos en ese instante, la comida, lo que nos causaba gracia en aquel entonces, lo que detrás de la sonrisa nos preocupaba en silencio... sólo la memoria o los registros fotográficos, los videos, las anécdotas, sólo esos pequeños receptáculos almacenan porciones de la delicia que supieron ser, aún cuando nos sabían tan cotidiano. Y cuando los vemos, se sienten tan lejanos, tan ajenos, como si no nos pertenecieran; como si fuésemos espectadores de una felicidad que no es nuestra, e incluso nos genera envidia de esos seres afortunados que fuimos, porque somos otres, porque la vida es otra, porque esa conjunción de personas, aromas, sensaciones y emociones encontradas en un lugar, ya ni siquiera pertenece a quienes fuimos, porque ese ser que fuimos ya no existe, y esas cosas no son de nadie más que del tiempo. Pero el tiempo tampoco existe, entonces, a quién pertenecen? Y a dónde van?
domingo, 12 de mayo de 2024
Soy todas, todos, todes.
viernes, 26 de abril de 2024
Por si mañana no me acuerdo...
Y de las pequeñas muertes de la vida y del amor (las despedidas, los cierres), llego a la misma conclusión que la muerte en sí, desde la teoría del todo y de la nada.
Nada somos y a la nada vamos. Pero a la vez, nunca fuimos "nada"... y nunca vamos a serlo. Nos conocíamos de antes (y no lo digo comulgando la falopa romántica y new age), lo siento. Ya veníamos juntes de algún lugar y lo demás, fue un reencuentro, que sabía que debía ser, que sabía también que debía terminar. Y aunque me veo en las fotos de aquellos lejanos momentos, con esos seres ya lejanos en el tiempo, no me reconozco. No puedo recordar lo que sentía, sólo sé que la inocencia de creer en la eternidad se desvaneció y se quedó ahí, en todas esas fotos, en todas esas historias de ese Lilu que supe ser. Ya no me acuerdo lo que se siente amarles como les amaba, pero sin embargo, todavía les amo (diferente, muy diferente, como si fuera un tipo de amor que ni siquiera termino de entender, que ya no se siente en el cuerpo y que no necesita nada más que ser, sin ser depositado). Nada puede cambiar lo vivido, nada borra el hecho de que caminamos un tramo de vida en conjunción, eso no deja de existir sólo por pertenecer a otro tiempo y espacio. Y entonces me doy cuenta que es así... sin saberlo, en nuestra limitada consciencia, eramos todo y, finalizado el asunto, al todo vamos.
Y una vez más, hay que despedirse y dejar marchar... el amor tiene que mutar y dejar de sentirse, para poder ser libre de nuestros intentos por domesticarlo, conceptualizarlo, sistematizarlo y hasta poseerlo, para poderlo entender. A menudo sucede que, en nuestros esquemas humanos, simplemente no funciona. Y sólo queda lo esencial (que a veces, se vuelve invisible hasta para los ojos de la memoria)
Por eso lo escribo...
Por si mañana no me acuerdo, te amo.
sábado, 2 de julio de 2022
Nadie quiere ver, ni escuchar ni tocar siquiera de lejos semejante bajón. Si esto fuera una obra de teatro se irían todes a la mierda, con cara de orto y corriendo a cualquier lugar donde haya ruido, escapando como en un apocalipsis zombie, esperando no contagiarse, o con un cagazo de película slasher, rogando que su propia oscuridad no les pise los talones, o peor: se les aparezca de frente. La luz sobre los objetos también deja en vista las sombras, boludes, no ven?
Nah, qué van a ver.. si nadie quiere.. ni tampoco escuchar, ni tocar. Somos todes reyes del mundo, soberanes, intocables.. allá arriba en la alta y perfecta blancura de nuestras bajezas, en lo turbio de un subsuelo del cual nos jactamos orgulloses de entrar y salir cuando queremos, (resilientes, dirían los tatuajes) pero la realidad es que el petróleo está mucho más abajo que eso.. y que el PH del entrepiso, pintado de un color medio choto, medio ocre, donde todes niegan estar. Intocables todes, impermeables y centrífugues, moviéndose 360 grados sobre su propio eje, una y mil veces, como un gif. En fin, ya lo ilustró bastante bien Exupéry..
Pero no lo quieren ver.. y no les culpo, les envidio.
domingo, 31 de mayo de 2020
Oración a mi santísima individualidad
sábado, 9 de noviembre de 2019
Poner y Sacar
lunes, 7 de enero de 2019
Toxicidad productiva
domingo, 6 de enero de 2019
Retrógrada.
Guess who is depressed again.
domingo, 3 de enero de 2016
jueves, 8 de octubre de 2015
sábado, 18 de julio de 2015
Everytime - Britney Spears
Cosas cachivache que uno hace aveces, como intentar algo mientras hace fuerza para no ilusionarse demasiado, como empezar algo que se sabe con poco futuro, o peor aún, dudar del futuro de algo que se empieza. Pensar demasiado, entenderse muy poco, no decidirse por nada. Será lo adictivo de lo tóxico, recurrir a viejos placeres negándose a aceptar que hace rato nos dejaron de hacer sentir bien. Cosas de la vida... Al igual que con otras cosas, tampoco se dar fin a este texto. Por ejemplo a vos, ya te dije chau muchas veces...
miércoles, 18 de marzo de 2015
jueves, 12 de marzo de 2015
sábado, 20 de diciembre de 2014
Me hacías feliz, ahora me dolés en lo más profundo de mi alma, confusa y perturbada, que muere mil veces en falsos intentos de sentirse libre de tristezas y relajada en la paz de estar atada a vos a voluntad.
Me dolés pero te amo. Y nadie puede entender por qué. Por qué insisto en quedarme, cuando me invitás a irme. Por qué no querés que me vaya, si necesitás un descanso de mi. Por qué insisto en repararte, cuando yo estoy también rota y mis torpes movimientos sólo logran que nos rompamos más. Nadie entiende porque nosotros tampoco lo entendemos.
Ojalá fuera tan simple como amarnos, sin más. Pero al parecer es tan difícil como olvidar mis palabras cuchillo de aquella noche, y mi puño insultando mis promesas y tu fe en mi. Cómo quisiera que lo olvidaras! Sólo eso. Sólo lo malo. Que lo bueno (que fue y es mucho) compense tanto dolor y decepción. Que no te olvides de lo bueno jamás.
Te amo mucho y no puedo hacer más que eso. Y escribir en este frágil lugar en el mundo que es mío, y que me permite sentir que lo grito mientras me lo guardo sólo para mi. Porque nadie lee esto, nadie importante, y con eso me refiero a vos.