WE'RE NOT IN WONDERLAND ANYMORE, ALICE.
Mostrando entradas con la etiqueta Lo Mío. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Lo Mío. Mostrar todas las entradas

lunes, 1 de julio de 2024

 El tiempo es un prestamista. Nunca nada nos pertenece realmente, ni la juventud, ni los lazos, ni las ganas... todo, en algún momento, debe serle devuelto. Vivimos y construimos en espacios en alquiler, armamos nido entre cuerpos habitados por espíritus nómadas, con los que intercambiamos abrazos y besos y palabras, como trapecistas que se toman de las manos para balancearse hacia otro lugar. Rentamos entusiasmo como fichas para juegos en donde no hay premio más que la emoción de jugar. El tiempo nos presta de sí mismo para transcurrir sobre él y nosotres nos auto-retratamos, y retratamos a quienes amamos y todo aquello que deseamos como niñes que crean su mejor obra sobre el cemento de la plaza con un pedazo de carbón.

lunes, 10 de junio de 2024

Dilución

 A dónde van todos esos momentos en donde fuimos felices? Esos escenarios donde cada fragmento de vida es una obra de única función. Los lugares, las personas (humanas y no humanas), los diálogos, los aromas del ambiente, la temperatura, la ropa que teníamos en ese instante, la comida, lo que nos causaba gracia en aquel entonces, lo que detrás de la sonrisa nos preocupaba en silencio... sólo la memoria o los registros fotográficos, los videos, las anécdotas, sólo esos pequeños receptáculos almacenan porciones de la delicia que supieron ser, aún cuando nos sabían tan cotidiano. Y cuando los vemos, se sienten tan lejanos, tan ajenos, como si no nos pertenecieran; como si fuésemos espectadores de una felicidad que no es nuestra, e incluso nos genera envidia de esos seres afortunados que fuimos, porque somos otres, porque la vida es otra, porque esa conjunción de personas, aromas, sensaciones y emociones encontradas en un lugar, ya ni siquiera pertenece a quienes fuimos, porque ese ser que fuimos ya no existe, y esas cosas no son de nadie más que del tiempo. Pero el tiempo tampoco existe, entonces, a quién pertenecen? Y a dónde van?

domingo, 12 de mayo de 2024

Soy todas, todos, todes.

 Encontré esto en un pendrive, entre un montón de fotos, videos y archivos viejos. 21 años tenía. Al parecer siempre fue así, siempre fui así. Y me encanta.


viernes, 26 de abril de 2024

Por si mañana no me acuerdo...

 Y de las pequeñas muertes de la vida y del amor (las despedidas, los cierres), llego a la misma conclusión que la muerte en sí, desde la teoría del todo y de la nada.

Nada somos y a la nada vamos. Pero a la vez, nunca fuimos "nada"... y nunca vamos a serlo. Nos conocíamos de antes (y no lo digo comulgando la falopa romántica y new age), lo siento. Ya veníamos juntes de algún lugar y lo demás, fue un reencuentro, que sabía que debía ser, que sabía también que debía terminar. Y aunque me veo en las fotos de aquellos lejanos momentos, con esos seres ya lejanos en el tiempo, no me reconozco. No puedo recordar lo que sentía, sólo sé que la inocencia de creer en la eternidad se desvaneció y se quedó ahí, en todas esas fotos, en todas esas historias de ese Lilu que supe ser. Ya no me acuerdo lo que se siente amarles como les amaba, pero sin embargo, todavía les amo (diferente, muy diferente, como si fuera un tipo de amor que ni siquiera termino de entender, que ya no se siente en el cuerpo y que no necesita nada más que ser, sin ser depositado). Nada puede cambiar lo vivido, nada borra el hecho de que caminamos un tramo de vida en conjunción, eso no deja de existir sólo por pertenecer a otro tiempo y espacio. Y entonces me doy cuenta que es así... sin saberlo, en nuestra limitada consciencia, eramos todo y, finalizado el asunto, al todo vamos.

Y una vez más, hay que despedirse y dejar marchar... el amor tiene que mutar y dejar de sentirse, para poder ser libre de nuestros intentos por domesticarlo, conceptualizarlo, sistematizarlo y hasta poseerlo, para poderlo entender. A menudo sucede que, en nuestros esquemas humanos, simplemente no funciona. Y sólo queda lo esencial (que a veces, se vuelve invisible hasta para los ojos de la memoria)

Por eso lo escribo...

Por si mañana no me acuerdo, te amo.

sábado, 2 de julio de 2022

Nadie quiere ver, ni escuchar ni tocar siquiera de lejos semejante bajón. Si esto fuera una obra de teatro se irían todes a la mierda, con cara de orto y corriendo a cualquier lugar donde haya ruido, escapando como en un apocalipsis zombie, esperando no contagiarse, o con un cagazo de película slasher, rogando que su propia oscuridad no les pise los talones, o peor: se les aparezca de frente. La luz sobre los objetos también deja en vista las sombras, boludes, no ven?

Nah, qué van a ver.. si nadie quiere.. ni tampoco escuchar, ni tocar. Somos todes reyes del mundo, soberanes, intocables.. allá arriba en la alta y perfecta blancura de nuestras bajezas, en lo turbio de un subsuelo del cual nos jactamos orgulloses de entrar y salir cuando queremos, (resilientes, dirían los tatuajes) pero la realidad es que el petróleo está mucho más abajo que eso.. y que el PH del entrepiso, pintado de un color medio choto, medio ocre, donde todes niegan estar. Intocables todes, impermeables y centrífugues, moviéndose 360 grados sobre su propio eje, una y mil veces, como un gif. En fin, ya lo ilustró bastante bien Exupéry..

Pero no lo quieren ver.. y no les culpo, les envidio.

domingo, 31 de mayo de 2020

Oración a mi santísima individualidad

Querida versión elevadísima y superior de mi consciencia (Yo), te pido por mi frágil y vulnerable expresión de existencia terrenal (también Yo). Sé que a veces me caigo, muchas me dejo caer, porque es más fácil así, incluso necesario. Sé que en ocasiones me mezclo con lo externo y me homogenizo con la masa, mucho más de lo necesario por un compromiso politico social. También, asumo que por momentos no me escucho, y hago caso omiso a mis propios pedidos; por eso hoy, te pido, me pido, que me protejas de todo vector de despersonalización; me inmunices ante los misiles tóxicos de los decretos de moda y el bombardeo de la red social; no me dejes caer en la tentación de cambiar mi opinión por el resto, y te antepongas a la estúpida necesidad de tener que encajar.

Nadie encaja en un rompecabezas de piezas iguales.



(ja, este texto abandonado que había escrito en 2019/2020 vuelve a mí en un momento clave. Nice)

sábado, 9 de noviembre de 2019

Poner y Sacar

Poner y sacar. Te sacan de tu matriz para ponerte un nombre, acorde a tu sexo. Te sacan de tu eje y te ponen en donde debés estar, donde se supone. Te sacan tu singularidad para ponerte en la planicie de la pluralidad y que no te (o)pongas, nunca, ante el mandato. NenA, sacate los pelos; nenE, las pelotas bien puestas. Siempre poniéndonos en casilleros, en contra de quienes somos, al servicio de quienes deberíamos ser y entre la espada y la pared del útero. Ordenades, alienades, controlades. Siempre pretendiendo sacarnos los derechos, la libertad y la identidad. Poner y sacar. A lo falocéntrico. Violento y normalizado. Constante y lineal. Binarizado. Porque el CIStema es biologista, patriarcal, esquemático y heteronormado.
No estoy acá. No estoy porque no soy, en este momento. Muchas veces dejé de ser y me pregunto si alguna vez realmente fui. Estar en mi cuerpo, en la cabina, manejar los controles. No ser eco de nada excepto mi mente. Que se callen allá afuera, demasiadx perrx ladrando, silencio! que no me puedo despertar. Otra vez los dientes apretados y amanecí no siendo. El día de la marmota no lo quiero más. Quiero amanecer no siendo lo que se supone que deba ser. Yo solo sé que no estoy acá para complacer a nadie más que a mi pujante esencia, buscando darse a luz continuamente, entre la mascarada de los días en sociedad.
Tengo el centro del pecho
como una tele de tubo con estática,
sin señal.
Qué tiene el aire que respiro,
moléculas de ansiedad?

lunes, 7 de enero de 2019

Toxicidad productiva

Nuevamente el péndulo está en este extremo, y tanto el día como la noche se sienten tan insoportables como el más brillante amanecer de domingo. Tus miserias ya no se ven satisfechas con retorcerte los órganos y dejarte sin comer, ahora juegan a torturarte de manera extracorpórea. Tu optimismo, mal herido, intenta en vano socorrer a tu voluntad, crónicamente rota, pero sus pedazos parecen imantados al suelo. Te dejás llevar, sentís el estómago en la garganta, como en un juego vertiginoso, mientras el movimiento pendular emprende naturalmente su regreso, luego del breve instante de suspensión. Si todo sale bien, será sólo cuestión de tiempo, como las otras veces. El abatimiento es tal que por momentos lo dudás, pero lo sabés: vos no sos siempre esto. Aprovechá y escribí un texto, escribí más, aunque vayan a parar al outlet. Exprimí cada lágrima de tu depresión como el limón rancio que es, y transformala en poema. Escribí ahora que estás tóxica, ahora que podés, escribí. No te mueras ni resucites todavía. Por favor seguí escribiendo, que estás triste, y cuando uno está feliz por lo general no escribe.

domingo, 6 de enero de 2019

Retrógrada.

Echale la culpa a los astros, dale! Que tenés alto Cáncer de motivación gracias a tu defectuoso Marte. Que no te dejas en paz a vos misma porque te tortura tu ascendente en Virgo, virgen de auto-perdón. Dale, loca, seguí buscando algún rastro de Escorpio que te explique esa introspección asesina que te carcome desde adentro el cráneo, y esas pulsiones de muerte y de tener el aguijón siempre listo por si acaso. Reprimite. Bloqueá cada intento de canalización artística, abortalo! Y si nace, asegurate de asesinarlo a auto-críticas, porque, cómo no va a ser un engendro abominable, si tenés al vigilante de Saturno en Casa 5? Qué pasa? No podés hablar? Mercurio retrógrado te comió la lengua? Sumame un Plutón retrógrado y cerrá la cuenta, sin postre y a llorar a la cama, sin hacerte cargo de nada. Seguí echándole la culpa a los astros, dale. Suerte con eso, suerte en tu progreso, hasta que entiendas, que tu peor retrógrado, es el amor propio.

Guess who is depressed again.

Otra vez en esa? Sí, otra y mil más. Todas las necesarias hasta asimilar que esto es lo que hay, que este boceto y los profundos surcos de las lineas desdibujadas, cicatrices de varios intentos, lo son todo y son todo menos lo que querían ser. Las ideas originales que jamás lograron ser plasmadas con éxito en la hoja, son fantasmas atrapados en el limbo de la no aceptación. Los modelos inspiradores que solo han servido para contrastar con lo que no se pudo, yacen yuxtapuestos al borrador, como recordatorio constante del fracaso. Entre todo ese miserable intento de obra, las manchas irremovibles que alguien salpicó, con o sin malas intenciones, condicionan mi proyecto a adaptar su forma a ellas, para cubrirlas, convertirlas en parte de la composición, tal vez dándole sin querer una mística especial, pero que jamás me dejarán pasar de su marca. No se borran. Y si la luz es apropiada, si el clima favorece, si la mesa tenía todas sus patas bien apoyadas en el momento en que empecé, importa ya? Puedo mover la lámpara, abrir la ventana, encender el aire o la estufa, poner un viejo libro bajo la pata de la mesa, pero los trazos hechos, hechos están. Y para colmo esa mala, maldita costumbre de mirar lo que hace el resto, en sus mesas, con sus hojas; observo y me frustro. A veces es tan agotador. Y si no lo asimilo nunca? Hace ya 27 años y 9 meses que estoy trabajando en esto! Y sigue siendo una cagada... arrugar la hoja, tirarla al tacho e irme. Lo considero y me estremezco. Vuelvo a mirar la hoja, es la única que tengo. Me esfuerzo porque me agrade. Agarro el lápiz. Lo intento otra vez.

domingo, 3 de enero de 2016

Cuando quise escapar ya era tarde, y dejé que el monstruo me atrapara. Nunca fue tan en vano correr, jamás tan hipócrita el esfuerzo por soltarme cuando ya me había capturado. Pues, sentí calma en su posesión, terror y calma en sus garras. Nunca fue tan lindo dejarme vencer, jamás tan dulce ser su presa.

jueves, 8 de octubre de 2015

La bala que jamás se pudo extraer. La enfermedad sin cura, con la que hay que convivir. El daño ya hecho. El monstruo de las noches de desvelo. La atacante mueca de tristeza que difiere del contexto. El veneno que se acopló a la sangre. El silencio. El ruido. El pluscuamperfecto del subjuntivo. La sonrisa que invierte su curva. La pregunta. La certeza. El vicio de arrancar la costra de la herida. El pensamiento a gritos. El "te extraño" mudo. Cada instante en el que dudo. Los grilletes. La mordaza. La eterna y sutil amenaza. La pasión híbrida latente. Lo que ya no. Lo que aún. Lo que ya nunca. El amor huérfano. Por siempre y para siempre.

sábado, 18 de julio de 2015

Everytime - Britney Spears





 Cosas cachivache que uno hace aveces, como intentar algo mientras hace fuerza para no ilusionarse demasiado, como empezar algo que se sabe con poco futuro, o peor aún, dudar del futuro de algo que se empieza. Pensar demasiado, entenderse muy poco, no decidirse por nada. Será lo adictivo de lo tóxico, recurrir a viejos placeres negándose a aceptar que hace rato nos dejaron de hacer sentir bien. Cosas de la vida... Al igual que con otras cosas, tampoco se dar fin a este texto. Por ejemplo a vos, ya te dije chau muchas veces...

miércoles, 18 de marzo de 2015

Existen veces en las que me deprimo mucho sin razón. Y es ahí cuando en lo único que pienso es en abrazarte sin límite de tiempo, en silencio, y fundirme en vos. A pesar de tanta guerra nunca dejaste de ser mi paz. Será que se necesita siempre de las dos caras de la pasión para que sea real. Entonces es cuando comprendo que jamás dejé de necesitarte, mi complemento, imperfecto pero mío, espiritual y visceral. Imperfecta pero tuya, más allá de la vida y el tiempo, siempre voy a ser tu mitad.

jueves, 12 de marzo de 2015



Me debilitás a un punto que ni mi lado más salvaje puede evitar. 
Reinventamos el amor, sólo para amarnos un rato más. 
Aceptamos, disfrutamos, sentimos... 
jugamos a ser quienes fuimos.  
Estamos improvisando, no hay un punto al cual llegar. 
Tal vez lo que más nos duele, es el "nunca más".

sábado, 20 de diciembre de 2014

Odio cuando la vida se vuelve tan complicada.
Quisiera que todo volviera a ser como hace 3 meses atrás.
Eras mío y solo mío, y yo tuya y solo tuya. Ahora somos de la vida, de las casualidades, de las malas decisiones.
Me hacías feliz, ahora me dolés en lo más profundo de mi alma, confusa y perturbada, que muere mil veces en falsos intentos de sentirse libre de tristezas y relajada en la paz de estar atada a vos a voluntad.
Me dolés pero te amo. Y nadie puede entender por qué. Por qué insisto en quedarme, cuando me invitás a irme. Por qué no querés que me vaya, si necesitás un descanso de mi. Por qué insisto en repararte, cuando yo estoy también rota y mis torpes movimientos sólo logran que nos rompamos más. Nadie entiende porque nosotros tampoco lo entendemos.
Ojalá fuera tan simple como amarnos, sin más. Pero al parecer es tan difícil como olvidar mis palabras cuchillo de aquella noche, y mi puño insultando mis promesas y tu fe en mi. Cómo quisiera que lo olvidaras! Sólo eso. Sólo lo malo. Que lo bueno (que fue y es mucho) compense tanto dolor y decepción. Que no te olvides de lo bueno jamás.
Te amo mucho y no puedo hacer más que eso. Y escribir en este frágil lugar en el mundo que es mío, y que me permite sentir que lo grito mientras me lo guardo sólo para mi. Porque nadie lee esto, nadie importante, y con eso me refiero a vos.

martes, 18 de febrero de 2014

Te detenés un momento mientras todo al rededor se mueve, sólo para observar lo rápido que caminan, vuelan o corren. Un segundo parece ser demasiado tiempo en una misma realidad donde aveces, un día entero "no vale nada". El tiempo, siempre el tiempo. Tu karma, tu talón de Aquiles, tu más preciado mal. Otra vez escapándose de tu percepción, otra vez tendiéndote una tentadora trampa a vos mismo. Suspendido en tu propio cosmos, tan abstracto como casi todo lo demás, pensando en todo, lo que a su vez, en esa misma realidad, es también "la nada". Aveces no hay caso en pensar.

viernes, 27 de diciembre de 2013



Este no es mi hobbie, no es más que un lugar al que recurro para buscarte sabiendo y sin (querer) saber. Este altillo se cansó de pintar con mi sangre de murciélago sus paredes. Así no se abren las puertas pero cuesta desaprender y es más fácil dudar y temer que volverse a chocar, pero esta vez para sentirse libre (como si existiera tal cosa) y escapar. En Estocolmo se está mejor, sobretodo cuando sos tu propia víctima.