Será porque está volviendo el frío y con él la nostalgia linda de escenas recuperables como el té caliente junto al teclado, una bella música (valga la redundancia) de fondo y el encuentro introspectivo con mis múltiples facetas. Será porque vuelvo a rebalsar de emociones que exigen ser canalizadas. Será porque me urge un espacio conmigo misma, un paréntesis, dentro de tanta rutina y tantos roles que me exigen severamente no dejarme tanto ser yo. Qué lindo que es saber que aquí está, donde lo dejé, este lugarcito en el mundo, intacto, tan dócil y acogedor como siempre.
