martes, 8 de enero de 2019
Recordatorio Revelatorio Obligatorio
Y qué me queda? Si me pierdo a mi misme, dónde me busco? Si no me encuentro, a dónde voy? Si dejo de escucharme y hago oídos sordos a mis avisos, cómo sé que necesito? Si no me cuido, quién me cuida? Quién me protege de la crueldad del mundo, si yo soy cruel conmigo? Si no me quiero yo, quién me va a querer? Quién me va a abrazar cuando parezca que todo se desmorona, si a veces creo que merezco desmoronarme yo también? Cómo voy a defenderme de las críticas, si yo me pongo del lado de quienes me señalan, apuntándome también con el dedo? Es de mi lado donde tengo que estar, aunque sólo yo esté conmigo. Y que piensen lo que quieran pensar de mi, si no les agrado, que sigan de largo. No se puede agradar ni complacer a todo el mundo, pero sí debo agradarme y complacerme a mí. Y si mis opiniones impopulares no encuentran cabida en el común de la gente entonces me las guardaré para mí, al igual que primero voy a pensar en mí, y cobijar mi frágil niñe rote, bajo mi ala de adulte resurgide. Y así va a ser como resignifique el ego, que es mío, es quien soy. Yo soy primero para mí, después, soy para el resto.