Solo digo que la vida no tiene sentido, NO digo que no vale la pena vivirla.

Vivir en la consciencia irremediable de que la vida es un completo sinsentido, y aún así querer seguir viviendo. A sabiendas de mi mediocridad innata, por haber nacido humana, y caminando en círculos como todos, porque la vida te pasea por mil panoramas pero finalmente no te lleva a ningún lugar. Observando como los demás se inventan metas y creen progresar y avanzar, siendo que lo único que hacen es moverse hacia un abismo inevitable y vacío... no se dan cuenta que lo único que hacen es inventar múltiples sentidos a algo que carece de ello en absoluto. Buscan en objetos, personas y situaciones una utilidad, y si no la tienen, se los desprecia... todo porque, en el inconsciente, se desprecian a ellos mismos al percatarse de su inutilidad, y proyectan su propia miseria de haber nacido humanos y egocéntricos, negándose a aceptar que su grandiosa existencia no fue más que un mero accidente sin razón de ser. Y de eso se trata vivir. Se trata de estar y pasar los ratos reinventando todo. De construir esquemas para apoyar nuestra vulnerable mente. De vivir hasta la muerte. Y yo, hago lo mismo que ellos.