Ya me aburrí de los recitales... son tan monótonos y aburridos. La misma gente que sigue igual (para mal), y la gente nueva que no parece más que un deja vú de los viejos cuando eran nuevos. Me aburrí de sus mediocres intentos de copiar algo mediocre. Y me aburrí también de esperar que la escena y las personas que la forman sean lo que suponen y nunca van a llegar a ser.
Me aburrí de emborracharme con la gente. El punto más lógico de todo esto es que, en general, me aburrí de la gente. Son tan lineales, tan estructurados hasta cuando pretenden no serlo. Tienen tanto miedo al ridículo que se pierden las mejores cosas, y las mejores cosas, aunque por momentos crea lo contrario, solo pueden ser realmente buenas si son compartidas. Y por eso ya ni siquiera es divertido emborracharme sola.
Me cansé de buscar y esperar encontrar gente como yo. No quiero armar un monstruo de Frankenstein recopilando pedazos de personas, y tener que pensar en mil nombres distintos cada vez que quiero compartir algo que me gusta. No. Quiero alguien, a quien le gusten las mismas cosas que a mí. No pido que sea igual a mí (no, por favor!), solo que disfrute de lo mismo. Que ame la lluvia, el sol, la luna, las estrellas, el pasto, los bichos, la música, las charlas, pensar y las sensaciones. Que odie la rutina, y la insensibilidad. Que camine conmigo las tardes de sol y le parezca aún mejor si llueve, que se tire en el pasto rodeado de bichos a escuchar música hasta que salga la luna, y nos encuentre suspendidos en largas charlas con y sin sentido, o simplemente pensando, tal vez sin hacerlo, mirando las estrellas... SINTIENDO TODO. Con paréntesis abiertos, libres a cualquier improvisación que ataque la palidez de lo convencional y conecte con las emociones. Solo eso quiero. Solo quiero disfrutar mi vida. Pero es que, desde chiquita, nunca me gustó mucho estar sola...